Edith Hermida es una de las panelistas más famosas de la televisión actual, siendo parte del programa Bendita desde hace casi veinte años. La comunicadora es una figura de interés para miles de personas, lo cual quedó evidenciado en un reciente descargo que hizo en sus redes sociales sobre su vida personal.
“Mi papá era un pollerudo”
Los fans de la locutora le preguntaron cómo había sido su infancia y ella, sin tapujos, se explayó sobre cómo vivió sus primeros años de vida y cómo era su familia. “Crecí en un hogar muy humilde. Soy hija de un camionero y una ama de casa. Mi mamá era terrible y mi papá era un pollerudo”, comentó Hermida en su descargo.
Mi mamá hacía magia
“Yo nací en un matriarcado. No nos alcanzaba la plata a fin de mes pero mi mamá hacía hazañas. Hoy me doy cuenta que hacía malabares para llegar a fin de mes con tres hijas en edad escolar y con un sueldo mínimo”, continuó la panelista que también oficia de conductora de *Bendita* cada vez que Beto Casella se ausenta.
Con lo poco que teníamos, mi mamá era una genia
Hermida sumó: “Si bien la detestaba porque siempre estaba gritándome, la verdad que hoy a la distancia puedo decir que ella hacía malabares con lo que ganaba mi papá”. A través de sus palabras, Edith Hermida mostró la realidad de una infancia marcada por las dificultades económicas y el sacrificio constante de su madre.
Edith Hermida no solo es una figura destacada en la televisión, sino también una persona que ha superado adversidades y reconoce el esfuerzo de su familia en su formación. Su sinceridad y transparencia al compartir su historia personal la acercan aún más a su audiencia, que la sigue y admira.
El testimonio de Edith Hermida nos invita a reflexionar sobre el sacrificio de muchos padres, especialmente las madres, para que a sus hijos no les falte nada. Las madres a menudo hacen maravillas con recursos limitados. La historia de Edith es un homenaje a esas mujeres que, pese a las adversidades, sacan adelante a sus familias con esfuerzo y amor. Reconocer estos sacrificios nos permite valorar el papel fundamental que juegan en nuestras vidas.