Hace un tiempo que no se sabe mucho de Pelado López, uno de los conductores más queridos por el público tanto en la radio como en la televisión, ya que mantiene un bajo perfil en cuanto a su vida privada. Sin embargo, en las últimas horas, el ex-CQC dio una entrevista a Pía Shaw para La Nación y se animó a hablar sobre su carrera en la televisión en Argentina y cómo sufrió ciertos aspectos del medio.
Era insano el minuto a minuto
“Lo del minuto a minuto es una enfermedad”, comenzó diciendo Guillermo López. En su entrevista, decidió explayarse sobre el tema y hablar de su experiencia personal con el rating y los traumas que le generó: “Es como que empecé a priorizar otras cuestiones. En 2018 hacía un programa diario, me tuve que operar y ahí me generó como un reseteo. Entonces empecé a elegir un poco tener más tiempo”. López describió cómo esta situación le permitió reevaluar sus prioridades y buscar un equilibrio entre su vida personal y profesional.
Un apasionado de la profesión
A pesar de los desafíos, Pelado López se definió como un apasionado de su profesión: “Siempre es como que estoy craneando algo más. Estoy en la previa, en las marcas auspiciantes”. Esta declaración refleja su dedicación constante y su creatividad inagotable, siempre en busca de nuevos proyectos y oportunidades en el medio televisivo.
Ante todo siempre el respeto y el cuidado
Además de hablar sobre su carrera, Pelado López abordó su relación pasada con Sofía ‘Jujuy’ Jiménez, quien en reiteradas ocasiones aseguró que no tiene los mejores recuerdos de su noviazgo con el conductor. Ellos comenzaron a salir en 2013, cuando ella tenía 22 años y él 44, una diferencia de edad que generó algunos cortocircuitos en el vínculo.
“De Guille admiraba el amor por el trabajo, el respeto y el profesionalismo. Aprendí un montón de él. Me cuidó mucho”, expresó Sofía en un reciente diálogo con Caras. Por su parte, Pelado López comentó: “Teníamos una relación muy linda, pero nuestros proyectos de vida eran diferentes”. Estas reflexiones muestran un reconocimiento mutuo de las diferencias que los llevaron a tomar caminos separados, pero también un respeto por lo compartido.