Tras unas vacaciones en Miami, Marina Calabró regresó a la Argentina, un mes después de anunciar su separación de Rolando Barbano. La panelista aprovechó estos días para reflexionar sobre su ruptura y confesó que ya ha superado su mal de amores.
Volví hecha un 7
En una entrevista con Socios del espectáculo (El Trece), Calabró aseguró: “Estoy bien. El viaje me hizo muy bien. No esperaba sentirme así de bien. Me fui muy deprimida, en un estado emocional de menos cuatro y volví sintiéndome un seis, casi un siete”.
Luego, explicó que alejarse de los medios fue fundamental para superar mejor el difícil momento: “Me desconecté de los portales y de todo por un tiempo, como un detox”. Además, Calabró habló sobre cómo está lidiando con el duelo de su relación: “Reflexioné sobre muchas cosas, especialmente sobre mi responsabilidad. Soy muy autocrítica. Durante este viaje, intenté liberarme un poco de esa carga porque si no, me autodestruyo”. También mencionó: “Hice una autocrítica sobre el episodio del Martín Fierro y otros asuntos”.
Nancy Duré, interesada en la reflexión de Calabró, le preguntó si creía que esto resultaría en un aprendizaje. “¿Aparecerá una nueva Marina después de esto?”, a lo que la periodista respondió: “¡Ojalá! ¡¿Quién sabe?! Todo el mundo habla de ese aprendizaje. Me irrita un poco”.
El aprender tiene un costo
Con firmeza, Marina concluyó: “Me molesta el concepto del aprendizaje porque, ¿a qué costo? Habría preferido no tener que aprender de esta manera. Pero es lo que me toca. Podrán acusarme de muchas cosas, pero nunca de no luchar”.
Este viaje a Miami permitió a Marina Calabró desconectarse y reflexionar profundamente, ayudándola a encontrar una nueva perspectiva y una paz interior que no esperaba. Esta situación de la hermana menor de Iliana Calabró, demuestra que siempre se puede aprender de los errores o humillaciones, como lo fue en su caso el episodio de los Martín Fierro de radio, donde la periodista no fue correspondida por Barbano. Por ello, nunca viene mal, ante tanta atención y malestar, alejarse por un tiempo del foco mediático y volver renovada para darle otra cara a la vida, con nuevos desafíos y relaciones.