Mercedes Oviedo compartió en sus redes sociales uno de los momentos más difíciles que ha atravesado. La actriz reveló que recientemente enfrentó un grave problema de salud que causó gran preocupación. Gracias al extraordinario trabajo de los médicos, lograron salvarle la vida.
La ex protagonista de “Dulce Amor” decidió hacer público, a través de una extensa publicación, lo mal que la pasó. Todo comenzó hace diez días, cuando sufrió una miopericarditis aguda y tuvo que ser atendida de urgencia, quedando internada en la sala de cuidados coronarios.
“El domingo 2 de junio tuve miopericarditis aguda. Hablando simple, una gripe que se complicó y afectó alguno de mis órganos, principalmente a mi corazón. Estuve 9 días internada en la unidad coronaria del Sanatorio de la Trinidad”, explicó Oviedo.
Profundamente agradecida con sus seres queridos, pero especialmente con los médicos y el esmerado cuidado de las enfermeras, quiso expresar su gratitud. Gracias a ellos, hoy puede compartir una historia que pudo haber tenido el peor desenlace.
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Le salvaron la vida
“A mi familia, a los amigos, a las enfermeras y a los médicos inmensos que me trataron, gracias por salvarme la vida”, expresó Oviedo, mencionando uno por uno a los profesionales que la atendieron: Pablo Comignani, Hugo Grancelli, Analía Guazzone, Martín Fernández y Miguel Scaramal.
El pasado lunes celebró su cumpleaños número 43 y, aunque fue una celebración diferente, especial y dentro de un Sanatorio, no hay nada más gratificante que la sensación de estar viva, plena, y disfrutar del amor de su pareja e hijo, quienes la acompañaron en todo momento.
“El 10 de junio fue mi cumpleaños y pude celebrarlo valorando más que nunca la vida y abrazando a mis seres queridos. Por favor, aquellos que temen ir al médico, hacerse chequeos y consultar, háganlo. Es primordial”, concluyó Mercedes.
Para evitar una experiencia similar a la de la actriz, es importante tomarle la palabra e ir a hacerse unos chequeos médicos. Porque podremos parecer estar sanos, pero la verdad es que no sabemos bien lo que nos pasa, hasta que nos encontramos tendidos en el suelo, rogando por nuestra vida. ¡A cuidarse!
