En una reciente entrevista, el famoso actor Luciano Castro contó con lujo de detalle una peculiar situación que enfrentó junto a su compañero “El Puma” Goity durante la grabación de una película. El relato, lleno de anécdotas y tensiones, ocurrió durante su participación en el ciclo La Noche Perfecta, conducido por Sebastián Wainraich en El Trece.

Castro y Goity fueron convocados para una película en la que Luciano sería el protagonista y Goity su acompañante. Lo que para muchos actores y actrices parecería un proyecto emocionante, para ellos resultó ser un desafío desde el inicio.Nos llamaron para una película con Luciano protagonista y yo su acompañante, entonces todo lo que parecía para cualquier actor o actriz un proyecto en un transatlántico que iba a salir de Buenos Aires a Venecia para los seres humanos normales es genial, para nosotros es difícil, comenzó explicando Goity.

Aunque no quieras lo haré

La tensión aumentó cuando, después de un par de horas en el transatlántico, ambos actores comenzaron a sentir un ataque de fobia debido al enorme tamaño del barco. En un intento por aliviar el estrés, Luciano sugirió que fueran a entrenar, pero antes decidieron ir a comer. Sin embargo, esto no salió como esperaban. “Los horarios del cine son complicados, y el crucero tenía los horarios para comer. Entonces, a nosotros nos dijeron no, ustedes pueden ir a comer cuando quieran, entonces fuimos a comer con el gordo y nos prohibieron la entrada, porque nos dijeron acá se come a las ocho“, relató Goity.

El conflicto escaló rápidamente cuando Luciano y Goity intentaron entrar al comedor fuera del horario establecido. Hasta que en un momento le digo al gordo vámonos, qué sé yo, y me doy vuelta y estaba el gordo cara a cara con el metre. Luciano parecía chiquito diciéndole vos sos un mafioso“, recordó Goity. La situación se puso más tensa cuando intervino el personal del restaurante: “Entonces me dice una persona ‘andá a separar’, y me tiré de palomita. Y vinieron los mozos, que eran croatas y serbios, dos metros cada uno“.

Todos amigos

Afortunadamente, más allá del violento episodio, la situación terminó en buenos términos. La anécdota linda del caso es que después me decía uno de los mozos, ‘a mí me dio una pena pegarte’, pero después hermanados después de esa batalla, el metre me dijo ‘vengan a comer cuando quieran‘”, concluyó Goity.

Este insólito momento no solo mostró el lado humano y vulnerable de dos grandes actores, sino que también dejó una anécdota que tanto Castro como Goity recordarán con humor y camaradería.

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